Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 13, No. 149, Agosto 2011

Ricardo Ulcuango: ¿Traidor?

Gerard Coffey

El nombramiento de Ricardo Ulcuango como Embajador ecuatoriano en Bolivia, y sus comentarios respecto a la CONAIE y los dirigentes actuales, indudablemente representan uno de los golpes más fuertes propinados por el gobierno de Rafael Correa a sus opositores indígenas. Y no digo la CONAIE, porque la CONAIE es una afiliación de varias instituciones secundarias y de ahí muchas comunidades de base. Y, se supone que dentro de la organización hay, a diferencia del gobierno, espacio para discrepar, debatir, pensar, e incluso actuar, de manera distinta.

Por eso los aspectos más reveladores de la controversia alrededor de Ricardo Ulcuango son su ´expulsión´ de la CONAIE y su categorización de ´traidor´ por parte de algunos líderes.

En primer lugar no es posible, como el mismo ha dicho, expulsarle de la CONAIE porque como miembro de su comunidad es de facto un miembro de la Ecuarunari y por tanto de la CONAIE.  Estas organizaciones no son partidos políticos, la membresía no es voluntaria, si uno es miembro de su comunidad es miembro de las organizaciones secundarias y de ahí la CONAIE. Pero aspectos técnicos aparte, la retórica de la expulsión suena como algo tomado del libreto de Alianza País y Rafael Correa.

El concepto de “traidor” es también interesante porque implica que nadie que llega al nivel de dirigente de la CONAIE o la Ecuarunari puede discrepar con la dirigencia de esas organizaciones sin ser ´expulsado´.  ¿Ricardo Ulcuango es acaso el único miembro de la CONAIE que apoya al gobierno?  Dudoso. Entonces, ¿por qué no expulsar a todos los que discrepan?

¿Aceptar el puesto implica que Ulcuango es ahora de derecha? También dudoso. La conclusión es que sí existe gente de izquierda dentro del gobierno. Curioso que Mónica Chuji, al escribir sobre el caso de Ulcuango en su Facebook, cita a Lourdes Tibán. Ahora parece que solo importa estar en contra de Correa; ¿la ideología, las convicciones de derecha o izquierda ya no son relevantes?

Y hablando de la derecha tenemos los casos de la reunión de varios dirigentes de la CONAIE con la Junta Cívica de Guayaquil, ¿los culpables fueron expulsados? ¿Y el supuesto vínculo de Lourdes Tibán con gente de la CIA? Nunca ha sido investigado o clarificado, que yo sepa, por las autoridades de la CONAIE o Pachakutik. Y si fuera cierto, ¿sería expulsada la asambleísta?  De ahí llegamos a la inevitable pregunta de si ser de derecha es un pecado mortal para la CONAIE. ¿Merecen ser declarados ´traidores´ los/las indígenas de derecha?

A sabiendas de que  aliarse con el gobierno iba a desatar una tremenda polémica dentro del movimiento decidió aceptar el puesto. Pero sería un error decir que él es responsable de dividir la institución. Lo que ha hecho es destapar, de manera brutal quizás, las divisiones y las distintas tendencias que existen desde hace tiempo.  Por su naturaleza la CONAIE no puede ser homogénea.

Ulcuango tendrán sus motivos personales para aceptar el puesto de embajador, existen motivos personales en todo, pero decir que son los preponderantes  es una falta de respeto hacia una persona de carácter intachable. Puede que su forma de expresar su disidencia no fue la más cordial ni diplomática. Puede que esta no sea la única manera de enfrentar a la dirigencia actual.  Puede que dentro del gobierno su presencia solo servirá para legitimar políticas de derecha con las que él mismo no estaría de acuerdo.  Lo único que se puede esperar es que Ulcuango haya considerado todo antes de aceptar y que haya tomado su decisión basándose en principios.

A final de cuentas la CONAIE seguirá no importa lo que haga Ricardo Ulcuango o el gobierno de turno.  La pregunta es más bien ¿en qué forma? Y la respuesta no depende solo de la presencia de Rafael Correa en Carondelet. La organización está cambiando porque sus organizaciones afiliadas y sus bases están cambiando: hay un mayor peso de los pueblos amazónicos, cuya visión es distinta a la de los pueblos de la sierra; las divisiones de clase; el mundo menos aislado de los jóvenes;  la emergencia de profesionales indígenas, abogados, académicos, etc. etc. Me pregunto, ¿qué pasaría si un día no muy lejano Lourdes Tibán lograra ser elegida Presidenta de la organización indígena más importante del país?

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