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Boletín ICCI
"RIMAY"

Publicación mensual del Instituto Científico de Culturas Indígenas.
Año 2, No. 19, Octubre del 2000 (edición especial)

Reflexiones en torno al proceso colonizador y las características de la educación universitaria en el Ecuador

Luis Macas Ambuludi
Alfredo Lozano Castro

Marco referencial

La Universidad ecuatoriana y en general la de los países andinos, se debate de forma dramática con una herencia colonial que impide " aprender volviendo posible a sí mismo", a partir del conocimiento de la propia realidad histórica - cultural.

La historia de esta proceso - como todos lo sabemos - , se inicia en el siglo XVI, cuando la cultura europea (occidental), pretenciosamente universalizó su proyecto civilizatorio, con lo cual, el conocimiento de la verdad pasó a ser de exclusiva pertenencia de los extirpadores de idolatrías, inquisidores de la fe y el saber, profetas y santos varones. Primero se apeló a la labor de los misioneros de la fe, quienes enseñaban la infalibilidad de sus dogmas y las infinitas recompensas para los fieles creyentes que en ellos creyeran. Siglos después, luego de los avatares y pugnas entre fe y razón, vinieron los misioneros de la razón científica, quienes con sus brillantes teorías trataban de explicar realidades muy distintas a la suya propia.

La Universidad en la colonia, era ante todo una fuente de conocimientos extraños; a causa de esta situación, su papel era artificial, sin ninguna relación con el mundo indígena, al cual incluso ignoraba y negaba su existencia , es obvio señalar que en este período, el impacto de la universidad sobre su propia realidad, fue enajenante, y útil a la administración colonial y las élites locales.

Era la época en que la corona española, y las potencias coloniales europeas, se habían auto atribuidouna vocación civilizadora, en beneficio de los "infelices" pueblos indígenas, quienes fueron despojados, ante todo, de sus propias creencias filosóficas -religiosas, creaciones, saberes, conocimientos y técnicas, de la misma manera que fueron despojadas de sus riquezas y fuerza de trabajo, hecho que, vale decir, no ha cesado durante estos quinientos años .

La teoría colonial acerca de la identidad cultural de los pueblos colonizados, tenía sus respuestas propias: cualquier identidad debía hacer frente a la cultura, a la personalidad, y a la religión del colonizador, a la lengua e incluso a sus costumbres; evidentemente, se trataba de un proceso de destrucción y asimilación, muy alejado del reconocimiento a la identidad, el indígena desindianizado tenía que renunciar a ser lo que es, adoptando los caracteres del modelo impuesto, abandonando su propia y original respuesta al reto de su propia naturaleza, y adoptando como si fuera suya la respuesta que el hombre ha dado a otro reto en otro mundo. (Tinajero, Fernando: 1986).

En los siglos de colonización, la única actividad cultural permitida a los pueblos sometidos, era aquella que los apartaba de sus raíces históricas y los dejaba vacíos de todo pensamiento coherente, incapacitándolos para reaccionar más allá del entrenamiento mecánico que sufrían, con la finalidad de volverlos pasivos y obedientes. Los responsables de las políticas coloniales, conocían bien el peligro de la identificación cultural de los pueblos nativos con su propia civilización, y la conciencia social que ello acarrea; de ahí el celo que tenían con la educación religiosa (católica, apostólica, y romana ), y la prohibición de las manifestaciones culturales que alentaban la generalización de los sentimientos comunes de los pueblos nativos.

El surgimiento del Estado republicano, se hace sobre una nación dividida en grupos étnicos, que tenían más contradicciones que unidad política; durante la vida republicana prevalece la pugna por el control económico del país. Los intereses económicos de los grupos criollos herederos del poder colonial, inciden en las estrategias de la planificación nacional y muchas veces se volvieron fuerzas interventoras y destructoras de los movimientos de liberación nacional. En suma, la mentada unidad nacional en el nivel político, no siempre descansa sobre la unidad económica, social y aún menos cultural.

En la actualidad, los pueblos y nacionalidades indígenas cansados de haber sido relegados a ser meros espectadores del acontecer nacional, y estar condenados a la marginación impuesta por los sectores dominantes criollos, que les exigen renunciar a su larga tradición cultural, imponiéndoles la cultura europea occidental, convertida en el paradigma a imitar, están sacudiéndose del yugo colonial y haciendo frente a los embates de la neo- colonización; en esta circunstancias, la necesidad de una identificación cultural con sus tradiciones y con su propio proceso histórico cobran mayor significado y es en este contexto en donde se inscribe la propuesta de creación de la UNIVERSIDAD INTERCULTURAL DE LAS NACIONALIDADES INDIGENAS, como un instrumento que permita revalorizar los aportes y conocimientos que durante milenios han dado coherencia y personalidad a los pueblos andinos, para incorporarlos como sustento principal de la identidad cultural indoamericana.

El proceso político del movimiento indígena y la necesidad de la universidad intercultural

Durante esta última década, la irrupción del movimiento indígena en el escenario político ecuatoriano, tenía como objetivo lograr una participación activa en las decisiones que afectan la vida de los pueblos indígenas y que durante siglos, a partir de la colonización española/europea fueron conculcados.

Estos años hemos levantado la lucha por la elaboración de una Nueva Carta Política, que recoja nuestros derechos legítimos, aceptando la diversidad de etnias, nacionalidades y culturas que habitan el estado ecuatoriano y que además sirva para construir un nuevo país sin exclusiones y donde todos los ecuatorianos tengamos los mismos derechos y aspiraciones.

Por otra parte, la crisis del sistema educativo tradicional, vigente en el país, ha planteado la necesidad de proponer innovaciones y propuestas que contribuyan a una nueva formación de nuestra educación. Un reciente diagnóstico general sobre el sistema educativo ecuatoriano (MEC: 1990), revela la crisis de la educación y, en especial, la educación universitaria. Las disfuncionalidades se manifiestan entre la inadecuada formación docente, y la heterogeneidad cultural, y el desarrollo socioeconómico del país, situación que se evidencia en la baja calidad del proceso enseñanza - aprendizaje, existiendo serios desajustes internos y externos, que sobre todo son patentes, en la investigación, cuyos resultados son muy bajos o casi nulos.

Es decir, la formación de profesionales adolece de la carencia de una educación integral, pues su formación se ha centrado en el adiestramiento para resolver problemas relacionados con su profesión (ingeniería, arquitectura, medicina, etc.), y muchas veces este adiestramiento no considera la realidad socioeconómica y cultural del país, lo cual impide ofrecer respuestas propias a las necesidades de la gente.

Frente a este panorama, es obvia la necesidad de una reforma educativa integral , tanto en las estructuras y los procesos, como de los fines del sistema educacional, cuya crisis repercute en la crisis de la cultura ecuatoriana; la educación superficial, retórica y banal, no ha planteado ningún problema en su verdadero terreno, sin cimientos, huérfana de conocimientos, sin rumbo o proyecto, no ha ofrecido soluciones factibles, y ha sido incapaz de formar profesionales con un mínimo nivel de creatividad, porque desconocen su propia realidad.

Repensar en la educación significa por una parte, enriquecer el espacio cultural, sin marginar o excluir a los grupos sociales, respetando su idiosincracia y sistema de valores que condicionan sus actitudes y comportamientos, que son los que crean y proyectan la cultura. De otro lado, también significa rescatar al individuo con su potencial intelectual, sensibilizándole en el proceso educativo, reconociendo sus capacidades y limitaciones, proveyéndole de destrezas, habilidades, actitudes, e información básica, que posibilite su realización como persona, capaz de avanzar y progresar a partir de la toma de conciencia de los valores y realidad propia.

Las razones expuestas, y principalmente aquella que tiene con la disfuncionalidad educativa frente a la diversidad cultural, indujeron al movimiento indígena ecuatoriano a plantear la Educación Intercultural Bilingüe, la misma que cuenta actualmente con aproximadamente 82.000 alumnos, quienes potencialmente requieren complementar su formación en un nivel superior. Es así que, recogiendo una necesidad sentida por los pueblos indígenas, estamos impulsando en la actualidad, el Sistema Integral de Educación Bilingüe Intercultural, SIEBI, que contemple desde la formación pre-primaria ( HUAHUA HUASI ), hasta la superior (YACHAC HUASI ).

El Sistema integral de Educación Bilingüe Intercultural

La propuesta del Sistema Integral de Educación Bilingüe Intercultural, (SIEBI), en su nivel superior, por sobre todas las cosas debe sustentarse en la investigación y un proceso de interaprendizaje, que puede ser informal (es decir, no reglados en las ataduras académicas de las clases presenciales) e itinerante, para posibilitar la incorporación de alumnos interesados, en cada pueblo o comunidad, quienes con su experiencia contribuirían al rescate de nuestros conocimiento ancestrales y saber de nuestros pueblos o comunidades, para formar nuevos profesionales que se ocupan de campos del saber como; la medicina indígena, la agroecología Andina, La Biodiversidad (fauna y flora autóctonas), la lingüística y filología, la ordenación territorial y planificación de asentamientos humanos autosuficientes, la gestión del desarrollo local sustentable, la cosmovisión y Filosofía Indígena, entre otros.

En síntesis, creemos que el conocimiento propio es el origen de la toma de conciencia sobre la realidad interactuante; y es en este campo donde el tema de la identidad cultural cobra mayor sentido, porque surge cuando la conciencia social alcanza un determinado nivel de desarrollo, de manera que permita justamente plantear esta búsqueda, es decir, indagar sobre la propia memoria histórico cultural y la de otros pueblos, con el fin de encontrar los nexos profundos con la sociedad de hoy, para establecer nuevas relaciones sociales que posibiliten al mismo tiempo, el desarrollo personal y cultural.

El horizonte estratégico de la educación intercultural

La experiencia alcanzada en el Sistema de Educación Bilingüe Intercultural y las actuales necesidades o requerimientos técnicos, planteados en los proyectos de investigación y desarrollo, elaborados por nuestra organizaciones, han puesto en evidencia la falta de recursos humanos especializados en determinadas áreas del conocimiento indígena. Es por ello que algunos estudios de ONG's indígenas, han recomendado la celebración de convenios con centros de educación superior nacionales de acuerdo a los requerimientos del mundo indígena.

En este contexto, parece necesario, primero identificar los objetivos generales relacionados con la implementación del Sistema Integral de Educación Bilingüe Intercultural, para definir los objetivos particulares de las Universidad Intercultural, así como los fines que se persiguen en ambos casos.

El sistema integral de Educación Bilingüe intercultural, SIEBI, persigue los siguientes objetivos.

1. Rescatar la integralidad del conocimiento entre la práctica y la teoría que es un enfoque propio de la cosmovisión indígena. No existe separación y permanentemente hay retroalimentación de ambos aspectos, dirigiéndose siempre hacia la realidad social.

2. Permitir un acceso intercultural a otros sectores de la sociedad no indígenas, mestizos y /occidentales. Es decir plantear la lectura del mundo desde el diálogo intercultural, como una perspectiva diversa y válida para toda la humanidad.

3. Recoger las realidades diversas de la población a la que accedería el sistema. Es posible plantear los conocimientos de los pueblos indígenas como una alternativa a un sistema sin equidad y excluyente, que es responsable de la destrucción de la sociedad y el planeta. La propuesta del SIEBI, permitirá generar conocimientos y propuestas científicas desde nuestros pueblos, bajo la combinación de conocimientos, y hacia la posible construcción de saberes más humanizantes.

4. Participación de todos, al igual que en las estructuras comunitarias, en el proceso educativo, este un principio rector de la propuesta del SIEBI. Esta práctica de la democracia en la cotidianidad, tan propia de nuestras comunidades, será una constante en todos los espacios de educación.

Los objetivos más específicos inherentes a la apertura del espacio de la educación superior, y la Universidad Intercultural, son:

1. Ofrecer al conjunto de la sociedad nacional, una alternativa frente a la formación escolástica y limitante de las instituciones educativas existentes, que imparten repetitivamente destrezas básicas para sus "discípulos", sin considerar las diferencias culturales, las necesidades de los pueblos, la posibilidad de nuevos saberes.

2. Constituirse como la culminación académica dentro del proceso del Sistema integral de Educación Bilingüe Intercultural, donde permanentemente se desarrollará el conocimiento de nuestras nacionalidades, partiendo con el proces9 de interaprendizaje desde las bases.

3. Convertir el espacio educativo universitario, como ámbito de conocimientos humanos de carácter universal en uno que cobije la gama de saberes de los pueblos indígenas, entramado con los conocimientos de occidente que nos permitan potenciar de mejor manera nuestro acervo civilizatorio.

4. Acceder a un espacio educativo post - bachillerato, no convencional, e itinerante - que coadyuve a la formación integral bilingüe intercultural, que ya existe en los niveles preprimaria, básico y de bachillerato. El acceso podrá darse para las personas tanto indígenas, como no indígenas; personas con diferentes niveles de formación, bajo la consideración que al acceso a la educación tradicional ha sido sesgado para las poblaciones indígenas, por una sociedad excluyente.

5. Brindar una formación de excelencia para los estudiantes, y en directa relación con los requerimientos reales de los Pueblos Indígenas, realizando las propuestas alternativas de éstos y en respuesta a las necesidades del país.

La finalidad de construir el nuevo espacio educativo

La finalidad tanto del SIEBI, como de la UINPI, es construir un espacio en el que puedan empezar a debatirse y crearse nuevos análisis con las categorías del pensamiento de los Pueblos Indígenas. Dichas formulaciones teóricas, nos permitirán una aprehensión del mundo desde la perspectiva de un desarrollo armónico, ser humano-naturaleza, o como se lo conoce en términos occidentales "desarrollo sustentable ". Al respecto los fines que se persiguen son:

1. recuperar la visión integral e interdisciplinar, con respeto a la biodiversidad étnica y cultural que caracteriza el pensamiento de los pueblos originarios.

2. Rescatar los conocimientos indígenas que desde la oralidad se han mantenido en la vivencia cotidiana de las culturas originarias. Estos saberes no siempre coinciden con el nivel de profesionalización al estilo occidental.

3. Formar nuevos profesionales que se ocupen de poner en práctica. Los conocimientos de los indígenas, así como, sepan aprovechar los recursos y potencialidades locales, de manera que permita generar nuevas fuentes de trabajo.

COCLUSIONES.-

La propuesta de Universidad Intercultural de las Nacionalidades indígenas surge de un proceso de Educación Intercultural Bilingüe que tiene antecedentes en el trabajo político, organizativo y estratégico de los Pueblos Indígenas, y en la recuperación permanente del patrimonio cultural y la memoria história.

El nuevo proceso del SIEBI, que se requiere implantar, exige además de su fortalecimiento, la creación de éste espacio universitario en donde se recreen sus niveles de reflexión teórica, debate académico, investigación científica desde las premisas de la interculturalidad, y se confronte esta producción con el pensamiento existente.

La tarea de crear una Universidad, que responda a la diversidad cultural de nuestro país es una sentida necesidad. Para ello es necesario partir de nuevas concepciones que se sustentan en los presupuestos de la identidad cultural, disciplina cada vez más firme y creciente, muy discutida, hoy en el mundo, y que sirve de base filosófica a los pueblos que intentan salir del neo - colonialismo intelectual. En este contexto, en los países que estuvieron y están sometidos al yugo de la cultura europea, descolonizar el sistema educativo todavía imperante en las universidades, es una urgencia histórica impostergable.

La nueva Universidad debe alentar el debate y la autocrítica entre la modernidad y las diferentes formas de alteridad, es decir, entre la herencia cultural y los nuevos aportes que inducen a la transformación social. También debe incentivar al diálogo, entre los individuos creadores de bienes culturales y el pueblo, es decir, el diálogo, entre el sujeto y el objeto de este proceso de identificación. En este sentido, se deben aumentar los niveles y calidad de la investigación, como instrumento para el para la transformación y regeneración crítica de la sociedad, y la realidad histórica. También, es evidente la necesidad de desmantelar las pretensiones dogmáticas de absolutez y universalidad del cientificismo occidental y la desaparición de los patrones culturales que se derivan de ello; en la crítica situación actual por lo que atraviesan más de las tres cuartas partes de la humanidad, es imprescindible la necesidad de cambiar de mentalidad para rescatar nuestra creatividad cultural y ofrecería al concierto mundial de naciones.

¡ EH AHI EL DESAFIO DE LA UNIVERSIDAD INTERCULTURAL DE LAS NACIONALIDADES INDIGENAS DEL ECUADOR EN EL NUEVO MILENO!