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Boletín RIMAY
Revista Yachaikuna
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Boletin ICCI Rimai
Publicación mensual del Instituto Científico de Culturas Indígenas.
Año 4, No. 35, febrero del 2002

Editorial

Crece la resistencia mundial


Mientras la arrogancia, la violencia del mundo de la opulencia, (los países más ricos) agudiza las condiciones de vida de la mayoría de los pueblos, los movimientos sociales de todos los lugares del mundo, celebran su II Foro Mundial en la ciudad de Porto Alegre Brasil, un seguimiento a las acciones de Seattle, Washington, Génova y en búsqueda de iniciativas válidas frente a la agresiva imposición del modelo de la pobreza y la muerte, como dicen sus resoluciones: "contra el neoliberalismo, el militarismo y la guerra: por la paz, la justicia social y la vida".

Una vez más se demuestra que es posible la unidad de los pueblos del mundo, los movimientos sociales, movimientos de resistencia a un proyecto agresivo contra la humanidad. Lo destacable de estas luchas es que todas sus expresiones son específicas, particulares, desde diferentes procesos, trayectorias de lucha diversas, procesos de lucha diferentes. Pero somos capaces de construir algo unitario en la diversidad. Somos capaces de reafirmar la voluntad de lucha, que existen las condiciones para realizar una convocatoria y abrir un espacio permanente de análisis y acuerdos, de decenas de miles de personas animadas por una misma causa, la de un mundo nuevo. La mayor riqueza del Foro es que constituye una conjunción de la gran diversidad universal: mujeres, hombres, jóvenes, adultos, trabajadores del campo y la ciudad, estudiantes, profesionales, pueblos indígenas, emigrantes, desempleados, gente de todas las tendencias, orientaciones, colores, creencias, etc. Pues, la presencia de la diversidad, es la expresión de la multiplicidad de valores, base fundamental de la unidad de los pueblos.

Desde el contexto de la pluralidad bajo inspiraciones de objetivos comunes emergen los principios y valores humanos, como la solidaridad, la reciprocidad, que animan a forjar la unidad y la resistencia. Desde esta diversidad nos reconocemos en las virtudes, en los problemas, en la miseria y la destrucción humana; pero también, desde esta realidad nos unimos en la determinación para resistir y luchar contra la discriminación, el racismo, la violencia, la injusticia, contra la proliferación de la pobreza, la concentración de la riqueza, contra los intereses que privilegian el capital por sobre las necesidades básicas de los pueblos, la destrucción de nuestra madre naturaleza. Contra los organismos e instituciones multilaterales nefastos para la humanidad, como el Fondo Monetario Internacional FMI, el Banco Mundial, El Organismo Mundial del Comercio OMC, el Area de Libre Comercio para las Américas ALCA y otros.

Desde los movimientos sociales, experiencias, alternativas globales, se establecen los cimientos de un mundo distinto, se levantan sistemas alternativos, se tejen las alianzas, se comparten los sueños y ante todo se crece en la lucha, en la resistencia y en las propuestas válidas para todos. Este movimiento global, por la vida, la justicia social, la solidaridad, la paz y contra la guerra, tiene retos importantes que cumplir:

Superar la Pobreza significa.- Vencer el drama cotidiano de millones: mujeres, hombres, niños, ancianos, que mueren de hambre, falta de atención médica, la pérdida constante de tierras agrícolas, el desempleo, la destrucción de valores comunitarios, la migración masiva de los pueblos, por la defensa de condiciones dignas de trabajo, por la abolición de la deuda externa, contra la usura internacional y la pérdida de la soberanía de los pueblos. Esta situación se da en un contexto de grave recesión mundial, una acelerada caída del modelo económico. Vivimos escandalosas quiebras de los sistemas financieros, de las grandes compañías transnacionales, como la Enron en los Estados Unidos, compañía que operaba con intereses y lasos fuertes en los países pobres, los mismos que promovieron la privatización de la electricidad en estas regiones. Estos hechos demuestran la bancarrota de la economía de la empresa privada, la corrupción de empresarios y el sector político que viven del aprovechamiento de los bienes públicos.

La acción de los movimientos sociales, estará dirigida también a romper los paradigmas de un modelo económico inhumano, a superar la crisis económica y social que viven muchos pueblos en los países subdesarrollados, como consecuencia de la aplicación de las recetas del FMI, tal es el caso del ajuste estructural, a través de las privatizaciones, un creciente endeudamiento y la economía especulativa, caso concreto en la América Latina: México, Chile, Argentina.

La ola de protestas, cacerolazos, marchas, cambio de gobiernos; es decir, la desestabilización social, política y económica en Argentina reflejan la situación brutal e insostenible del modelo económico: neoliberalismo, ajuste estructural, privatizaciones, pobreza. Que en el lenguaje de la generalidad de los gobernantes significa, desarrollo, modernización y eficiencia. Situación igual atraviesa nuestro país, el discurso del gobierno es que la venta del sistema de distribución eléctrica desarrollará más generación eléctrica y por lo tanto mayor y mejor servicio. Pero es evidente que estas políticas maldadas han generado saldos positivos, es que, se constituyen nuevas alianzas de sectores y actores sociales, trabajadores, indígenas, profesionales, campesinos y la sociedad civil en general, en función de nuevas iniciativas en todos los niveles, en el convencimiento de que el movimiento de lucha y solidaridad global, se construirá a partir de las acciones, propuestas, nacionales y locales.

Luchar en contra del militarismo, la guerra, la violencia y por la instauración de la paz significa.- Condenar la violencia y la dominación de las grandes potencias, el inicio de una guerra global, el armamentismo y el ataque brutal y masivo en cualquier lugar del mundo, la persecución colectiva e individual de quienes no comparten la idea y la práctica belicista.

Luego de los acontecimientos del 11 de Septiembre se ha sufrido cambios drásticos en todo el mundo, los gobiernos de los países más poderosos, a la cabeza los Estados Unidos, promueven una respuesta militar masiva, en nombre de la guerra contra el terrorismo, se vulneran derechos civiles y políticos en todas partes. La guerra de Afganistán es una muestra de cómo con este método de la violencia y la guerra, se expande el poderío y los intereses de quienes dicen tener la verdad, es el inicio de una guerra global por mantener y consolidar la ambiciosa y brutal aplicación del neoliberalismo.

La desestabilización social, regional y cultural a través de la guerra está en todo el mundo, la represión y genocidio del pueblo Palestino, se sataniza el Islam y otras creencias, la militarización de la región Andina y las operaciones militares en el plan Colombia por parte de los Estados Unidos, el tráfico de armas, las bases militares extranjeras, el intervensionismo, los gastos militares, son los que dividen al mundo en buenos y malos, en la guerra y en la paz. En el contexto de violencia y aniquilamiento de la especie humana, los movimientos sociales de resistencia global y la mayoría de los habitantes del mundo, hemos tomado partido por la oposición a todo tipo de violencia, la condena a la guerra, la resolución pacífica de los conflictos, por una democracia participativa, por la autodeterminación de todos los pueblos; y en especial, la de los pueblos indígenas.

El combate a la violación de los derechos fundamentales del ser humano significa.- Defender y luchar, desde los movimientos sociales, locales, regionales y globales, por las condiciones humanas de trabajo y de vida, la dignidad, los derechos de organización, la integridad física, el libre movimiento, derechos fundamentales de los pueblos indígenas, la soberanía nacional, las libertades, la comunicación libre, la equidad, la justicia. Contra el racismo, la xenofobia, la discriminación, la intolerancia, la persecución, la represión, la esclavitud, la explotación, contra la destrucción inminente de los derechos sociales, económicos, políticos y culturales, contra la corrupción y la impunidad. La consecución de los acuerdos y propósitos, se logrará mediante el establecimiento de mecanismos de interrelación, cooperación y solidaridad entre los pueblos del sur; y, profundizando las relaciones de los pueblos del sur con los pueblos del norte.

La lucha por la calidad de vida, por una sociedad sustentable, la defensa de la madre naturaleza conlleva.- Acciones hacia el esclarecimiento y condena a los países que exigen el pago de la deuda externa, quienes están implicados en la explotación de los recursos naturales en los pueblos y países del sur desde épocas inmemoriales. Por la seguridad alimentaria que contemple la redistribución y el acceso a la tierra, la realización de la reforma agraria y una agricultura sana y sustentable. Al mismo tiempo se rechaza el comercio de patentes o patentar los genes por parte de las compañías transnacionales. Condenamos la actitud de los Estados Unidos, que en su afán de proteger sus intereses, se negó con arrogancia a respetar los acuerdos de Kyoto, sobre el calentamiento global, la convención sobre la biodiversidad, cuyas consecuencias ya ha provocado trastornos climáticos y ambientales y grandes desastres naturales.

Frente a estos grandes retos, la principal condición de avanzar en este proceso global es la unidad desde los distintos niveles y espacios. Es decir que la lucha sobre los problemas globales dependerá fundamentalmente de la voluntad de lucha de los movimientos sociales de base, de sus condiciones y capacidades. Por lo que se hace necesario establecer diferencias y dimensionar nuestras acciones como movimiento indígena, movimiento social nacional, regional y global, en tanto que somos parte y estamos inmersos también en el mundo de la globalidad.


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