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Boletin ICCI ARY-Rimay
Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 4, No. 42, septiembre del 2002

Editorial

Coyuntura internacional


Hace poco tiempo, los grandes países capitalistas se regocijaban del triunfo imponente del proyecto neoliberal en América Latina y en Centro América, ponían como un ejemplo de tales éxitos a México, Argentina, Perú, Brasil, etc.; decían en sus discursos, que los países que no ingresen al proyecto neoliberal, se iban a quedar fuera y sumidos en el atraso y la postergación social, porque iban a perder competencias comerciales, económicas y políticas. Sin embargo, no pasó mucho tiempo y vino el efecto Tequila en México, es decir, la fuga de capitales de las empresas privadas al exterior ; capitales que según los neoliberalistas debía reinvertirse en ese país, también apareció el conflicto de Chiapaz; luego vino el destape de la corrupción a gran escala del Gobierno neoliberal de Fujimori y la incontenible crisis Argentina, caracterizada por la fuga de capitales, el congelamiento bancario o corralito de los fondos del pueblo, los excesos de corrupción y las mafias del gobierno menemista; a estos problemas socio-políticos se suman la crisis del gobierno uruguayo y los reiterados fracasos de los gobiernos ecuatorianos de A. Bucaran y de J. Mahuad que han sido expulsados del poder por el Movimiento indígena y otros sectores sociales.

Entonces, ¿en dónde está el éxito del proyecto neoliberal? ¿En dónde está el primer mundo argentino que hablaba Menen? ¿Qué es lo que realmente está pasando con el proyecto neoliberal en America Latina? Y ¿cómo podemos entender la actual coyuntura internacional?

A simple vista, es evidente que el proyecto neoliberal en Amèrica Latina ha fracasado, porque son propuestas impuestas desde los grandes países capitalistas, con el único fin de lograr controlar los mercados y las economías de los países en desarrollo y mantener su hegemonía y dominación neocolonial; luego, con el fracaso en Argentina, Uruguay, Ecuador, etc. queda demostrado que la estrategia de la economía burguesa para privatizar los recursos principales de todos los países, bajo el slogan de generar riqueza, empleo, reinversión y desarrollo. Este discurso, en la practica a mediano plazo, se vuelve una arma letal en contra de los gobiernos, sociedades y pueblos, debido a que los grandes monopolios exigen condiciones jurídicas, económicas y políticas que les garanticen acumular grandes capitales que luego no son reinvertidos, sino que se van a parar en los grandes bancos europeos.

Otra de las razones por las que fracasa el proyecto neoliberal, es que las grandes transnacionales no toman en cuenta las propias condiciones sociales, económicas y políticas de cada país, porque el objetivo no es lograr un desarrollo planificado y sostenido de tales economías, sino imponer que tales países acepten una serie de condicionamientos políticos y varias medidas económicas para que garanticen la inversión y la acumulación de los monopolios internacionales.

Frente a esta propuesta neoliberal, ¿qué es lo que está pasando en Argentina, Venezuela, Bolivia, Brasil y Ecuador? ¿Acaso, nos aproximamos a un cambio en la correlación de fuerzas políticas en nuestro continente? O, ¿se trata de procesos de funcionalización e integración dentro de la propia lógica capitalista? Para analizar, veamos brevemente el caso de Venezuela y Bolivia.

En el caso de Venezuela, Chávez ha impulsado "la Revolución Bolivariana", los comités bolivarianos y su gobierno han emprendido varias reformas constitucionales y sociales a favor de los sectores populares, campesinos e indígenas; hechos que van en contra de los intereses de la burguesía venezolana, la misma que ha utilizado varios mecanismos, incluído el apoyo del gobierno norteamericano; todo para sacarle del poder al presidente Hugo Chávez. Aquí, bién podríamos hablar de un gobierno reformista y progresista a favor de los sectores populares y con gran apoyo popular, aunque la participación política de la sociedad todavía sea mínima.

Respecto a Bolivia, sin duda, Evo Morales representa un liderazgo con identidad indígena y se ha posicionado políticamente dentro del escenario formal, en contra de todo pronóstico de los famosos politólogos y de las típicas encuestas de opinión; ha realizado una campaña modesta en recursos y en propaganda y sin embargo ha derrotado a los de siempre, a la derecha servil y corrupta con toda su maquinaria electoral y empresarial. En segundo lugar, las elecciones presidenciales, en realidad es un triunfo histórico para Bolivia y para los demás países hermanos, por ello es importante conocer algunos elementos de su discurso y ver cuáles son las enseñanzas e interrogantes que deja para todos los movimientos sociales del continente? En primer lugar, esta claro que su posición política y la de su organización es la reorientación y transformación social y política de Bolivia hacia la construcción de una sociedad socialista tomando como ejemplo, los logros de la revolución cubana, su dignidad y su autonomía política frente al gobierno norteamericano; es justamente esta visión política, más allá de que se concrete a corto plazo, la que preocupa, incomoda y duele al gobierno de Bush y a sus clientelas empresariales bolivianas, razón por la cual, el Embajador Norteamericano en Bolivia emprendio una dura campaña para presionar a los congresistas o legisladores para que voten en contra de la candidatura de Evo Morales, porque atenta contra los intereses económicos y políticos de E.U. y de esa manera neutralizar y paralizar esta propuesta política del pueblo boliviano.

Otra de las cosas que preocupa al gobierno norteamericano, son las declaraciones de Evo Morales, el mismo, que respecto a E.U., por una lado ha dicho que no quiere romper las relaciones diplomáticas con este país, pero por otro lado, ha sostenido que estas relaciones tienen que darse en un marco de respeto y de autonomía, sin injerencia y condicionamientos en los asuntos económicos, en las fuerzas armadas y policía y, con una salida inmediata de la DEA del territorio Boliviano, entre otras cosas, es decir, el Movimiento hacia el Socialismo plantea el ejercicio de un gobierno étnico y de clase con autonomía política y económica de los Estados de Unidos; quizás estas declaraciones, más allá de los resultados electorales obtenidos, marquen un sentido de realidad ética-política en el contexto latinoamericano, ya que ningún candidato presidencial ni gobernante latinoamericano, en los últimos tiempos, excepto Fidel Castro, ha tenido la firmeza y la valentía de proclamar algunas verdades al imperio y desde los cuatro vientos y en tan solo tres minutos.

Desde otro punto de vista, debemos tener presente que el actual momento en Bolivia trae aparejado algunas interrogantes, como por ejemplo, ¿es posible transformar las estructuras sociales desde la vía electoral? O, ¿es una forma política muy sutil de incorporarse dentro de la misma lógica capitalista? Acaso se pueden modificar sustancialmente las relaciones con los Organismos Financieros Internacionales como el FMI, BM, BID, Club de París, etc., o ¿el poder presidencial a tomarse, servirá para seguir aceptando nuevos condicionamientos económicos con los responsables directos de estas crisis de los países latinoamericanos? En fin, lo del MAS boliviano, pese a estos cuestionamientos, vuelve a poner en remojo a las viejas estructuras de la democracia burguesa, a los mecanismos clientelares, a la forma caduca de representación a través de los típicos partidos políticos, etc., es decir, en su acción queda nuevamente reafirmado que el sistema capitalista no es una opción política para la mayoría de los sectores sociales explotados de Abya-Yala y consolida en nuestro continente, la presencia política del Movimiento Indígena junto con otros sectores sociales explotados, un proceso que tiene que caminar hacia una construcción de una verdadera opción de transformación de las estructuras sociales, políticas y económicas de las sociedades latinoamericanas.


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