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Boletin ICCI ARY-Rimay
Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 5, No. 46, enero del 2003

Primera Asamblea Mundial Campesina

UN ¡NO! ROTUNDO AL ALCA EN AMÉRICA, Y ¡FUERA! LA OMC DE LA AGRICULTURA


“Los pueblos, principalmente los indígenas, campesinos, negros, mujeres, jóvenes, los pescadores artesanales, los pastores, y las diversas expresiones rurales somos la esperanza de vida, porque seguimos vinculados a la “Madre Tierra”, que involucra el derecho al agua, a la semilla, que son parte de nuestra identidad”.

Tres días antes de dar inicio al III Foro Social Mundial, en Porto Alegre, Brasil, campesinos e indígenas de 5 continentes, convocados por la articulación internacional de los campesinos “Vía Campesina”, se reunieron para definir un plan de acción frente a las políticas neoliberales que atentan contra la soberanía alimentaria, la biodiversidad, la agricultura, y los derechos humanos. Seguidamente reproducimos las resoluciones emanadas del evento.

Del 21 al 23 de enero, del 2003, desarrollamos nuestra Primera Asamblea Mundial Campesina, en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, con la participación activa de más de 300 delegados, entre mujeres y hombres de Asia, Africa, Oceanía, Europa y América. Convocada por Vía Campesina, de manera amplia y plural, en torno al Foro Social Mundial.

Los delegados/as y dirigentes/as campesinos/as debatimos el incremento de la pobreza y miseria en que se encuentran nuestros pueblos, la privatización de la tierra, el agua y demás recursos naturales por las transnacionales que han llevado a la migración y al desempleo a millones de familias indígenas, campesinas y negros del campo en el mundo entero, como producto de las políticas neoliberales que se imponen a nuestros pueblos, avalados por los gobiernos.

Estas políticas están siendo acompañadas por la militarización de nuestros países, declaración de guerras sucias, con el pretexto de combatir el narcotráfico y el terrorismo, como en Colombia, Palestina, Irak, instalando bases militares en puntos estratégicos de nuestro planeta, y en muchos otros países han mandado tropas encubiertas que ofrecen “servicios sociales y humanitarios”. Estas acciones militaristas y terroristas norteamericanas han cobrado miles de muertos a estos pueblos indefensos, principalmente niños, ancianos y mujeres, vergonzosamente avaladas por países desarrollados organizados en la OTAN. Por otro lado, alimentan las “guerras civiles” en nuestros países, porque significan jugosas ganancias para ellos, como el caso de Venezuela.

Las negociaciones en torno al ALCA siguen llevándose a cabo a espaldas de los pueblos, de manera descarada, los negociadores son preparados por los mismos norteamericanos, como el caso centroamericano, sin que les importe la vida y dignidad de los pueblos. A pesar de estar estancados en algunos aspectos, principalmente en el tema de la agricultura, las negociaciones se siguen avanzando bilateralmente, que ya es parte de la derrota de un “plan integral sobre el continente Americano”.

A pesar del deterioro del nivel de vida de los pueblos, principalmente en el área rural, los gobiernos de cada país siguen teniendo una actitud fiel a las políticas neoliberales, aceptando desde ya el sojuzgamiento de su soberanía, al extremo de criminalizar la lucha de los pueblos por la defensa de los derechos elementales, al perseguir y llevar a los tribunales a sus dirigentes, como el caso de José Bové, de Francia, que recibió una condena a 14 meses de cárcel, por denunciar los crímenes de las transnacionales; o, como el caso de Guatemala que ha emitido 114 órdenes de captura contra líderes campesinos por la lucha de sus tierras, mientras los corruptos y narcotraficantes se mueven libremente; en Bolivia han sido asesinados 18 compañeros por defender sus derechos a la producción de la hoja de coca, la que milenariamente han cultivado para sobrevivir.

Por otro lado, en México los campesinos han levantado la campaña el “Campo no aguanta más” contra el efecto perverso del Tratado de Libre Comercio firmado hace más de 5 años y que ha excluido a los campesinos de su entorno rural, aumentando la pobreza y la miseria.

Condenamos la prisión y persecución contra miles de hermanos y hermanas, campesinos/as y sus dirigentes en el mundo, la condena por los 14 meses de prisión a José Bové y a los 5 cubanos encarcelados por sus posiciones politicas en Estados Unidos, para lo cual debemos luchar arduamente por su liberación, concretando diversas acciones, de denuncias y solidaridad en cada país a fin de hacer prevalecer nuestros derechos.

Condenamos también, las condiciones deplorables e inhumanas en que viven nuestros hermanos/as desplazados de las guerras y la expropiación de sus tierras a consecuencia de las políticas neoliberales, deben ser respetados sus derechos y atendidas sus necesidades por los gobiernos.

Los pueblos, principalmente los indígenas, campesinos, negros, mujeres, jóvenes, los pescadores artesanales, los pastores, y las diversas expresiones rurales somos la esperanza de vida, porque seguimos vinculados a la “Madre Tierra”, que involucra el derecho al agua, a la semilla, que son parte de nuestra identidad.

Nuestra organización y lucha son la esperanza de nuestros pueblos, con un contenido claramente definido, la Reforma Agraria, Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Medio Ambiente, contra los transgénicos, defensa de las semillas nativas, el agua, Derechos Económicos, Políticos y Sociales de los pueblos, Políticas agrícolas y comercios, recursos genéticos y del mar, que ratificamos en esta Asamblea Mundial Campesina. Porque nuestra lucha es por la vida y dignidad de nuestros pueblos, decimos un ¡NO! rotundo al ALCA en América, y ¡FUERA! la OMC de la agricultura.

Llamamos a la lucha frontal contra la OMC, que significa prepararnos desde ya para la Cumbre ministerial en Cancún, México en septiembre de este año. Realizaremos movilizaciones articuladas a nivel continental y mundial, desde luego actividades masivas en México, hasta lograr nuestros objetivos.

Para librar grandes luchas permanentes, tenemos la necesidad de articular mejor nuestro movimiento en cada continente, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) es visible a nivel de América Latina, en Europa, la CPE. Pero debemos, a lo inmediato, a fin de fortalecer nuestra lucha organizar un referente continental en Africa y Medio Oriente, además de involucrar activamente a las mujeres y a los jóvenes.

Hemos abandonado el aspecto formativo, en lo político y en lo ideológico para nuestros cuadros, necesitamos una escuela de Formación Internacional y el intercambio de experiencias para aprovechar lo que ya tenemos construido.

Necesitamos organizar, fortalecer e impulsar las Alianzas con otros movimientos sociales, porque nuestros enemigos están articulados. Por dicha razón estaremos en el Foro Social Mundial para concretar nuestras alianzas desde las acciones. Este Foro debe pronunciarse a favor de las luchas y sacrificios de nuestros pueblos, debe sumarse al llamado de acciones que impulsamos los diferentes sectores sociales, para que sea un verdadero espacio de reflexión y acción.

Expresamos nuestra preocupación de lo que pueda ocurrir en Brasil, ya que su ministro de agricultura se propone el libre ingreso de los transgénicos, hecho que lesionará gravemente los intereses y la soberanía alimentaria del pueblo brasileño.

La militarización y la guerra son temas que no están lo suficientemente debatidos en la Vía Campesina. Tenemos que construir la Paz y la autodeterminación de los pueblos desde nuestras acciones y luchas. Nos solidarizamos con los hermanos pueblos de Venezuela, Colombia, Palestina e Irak. Condenamos el bloqueo económico de más de 40 años impuesto al pueblo de Cuba, además de constantes ataques bacteriológicos por el gobierno de los Estados Unidos. Nos preocupa la extrema pobreza que vive el pueblo de Haití, debemos concretar acciones para sacar de esta situación.

Tenemos que redoblar esfuerzos para discutir y analizar el nuevo proyecto político que queremos los campesinos del mundo. Tenemos que concretar nuestro proyecto político y económico más humano, solidario, incluyente y no destructor de nuestro planeta.

GLOBALICEMOS LA LUCHA ... GLOBALICEMOS LA ESPERANZA.

Porto Alegre, Brasil, 23 de enero de 2003.


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