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Boletin ICCI ARY-Rimay
Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 7, No. 80, Noviembre del 2005

Editorial

La CONAIE da demostración de fuerza política y orgánica


Gran jornada por la dignidad y la defensa de la soberanía nacional constituyó la presencia de miles de indígenas que liderados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, el miércoles 16 de noviembre llegaron a la ciudad de Quito desde diferentes provincias del país, para posicionar con gran fuerza el rechazo al tratado de libre comercio, TLC, la exigencia de la caducidad del contrato de la compañía petrolera occidental OXY, y la convocatoria a la Asamblea Constituyente con plenos poderes y sin la participación de los partidos políticos tradicionales.
                                                                                                                       
La Casa de la Cultura que acogió al movimiento indígena se convirtió por más de 48 horas en LA CASA DE LAS CULTURAS y esa mismas tarde y noche en gran marcha se dirigieron al Congreso Nacional. Una vez más el movimiento indígena hizo sentir su fuerza orgánica y política que aterrorizó a los deslegitimados diputados que no controlaron sus nervios pese a la brutal represión sobre los manifestantes.

El jueves 17 llegaban por cientos más representantes indígenas de las provincias y durante la mañana de ese día una multitudinaria marcha llenó la plaza de San Francisco. En la noche una poderosa marcha desde el Ágora se dirigió al Palacio de Carondelet y el presidente de la República fue exigido a recibir a una nutrida delegación del movimiento indígena, quienes entregaron al Presidente el MANDATO DE LA CONAIE. El pronunciamiento del Presidente Palacio sobre el TLC; la caducidad de la OXY, no convenció a la dirigencia indígena, porque no hubo un compromiso escrito, tampoco demostró firmeza y claridad en su intervención, es claro que en el país el valor de la palabra ya no tiene sentido.

Por ello creemos que la CONAIE desde ya preparará acciones políticas de gran envergadura para exigir la suspensión de las negociaciones y la pretendida firma del TLC y la caducidad de la OXY.

Destacamos de estas jornadas la lucha del movimiento indígena dirigido por la CONAIE, que dio una demostración de fuerza orgánica y política, que sorprendió a algunos racistas, incrédulos, dueños de canales de televisión, enemigos del pueblo indígena, que creyeron que la CONAIE ya no tenía poder de convocatoria, puesto que se hallaba debilitada y dividida; pues esta multitudinaria presencia del movimiento indígena fue una respuesta organizada a las pretensiones de los Estados Unidos de tratar de imponer nuevas formas de dominación. La gran movilización indígena no fue pagada como lo mencionara un lacayo defensor del TLC, diputado oligarca que quiso minimizar y desprestigiar al movimiento indígena y a sus dirigentes.

Estas jornadas demuestran que la CONAIE a más de ser un sujeto político con fuerte protagonismo nacional e internacional, es un referente moral y aglutinador de la esperanza de millones de ecuatorianos que no queremos ser colonia norteamericana y no permitiremos que a nuestro país se lo convierta en basurero de la chatarra norteamericana si se firma el TLC.

Tenemos la certeza que los actuales dirigentes de la CONAIE, no solamente están entretejiendo las fibras del poncho del movimiento indígena, sino que están entretejiendo las fibras de la unidad estratégica entre los indígenas, movimientos sociales, asambleístas populares, ecologistas, jóvenes y pueblo en general, para construir una propuesta seria que articule las grandes necesidades de los más pobres del Ecuador y fundamentalizar la lucha contra el TLC; la exigencia de la caducidad  de la OXY; la salida de la base militar estadounidense de Manta; el no involucramiento en el Plan Colombia; el rechazo a la Ley de Beneficios Tributarios para las inversiones productivas (Nebot-Moncayo); exigir un presupuesto para el 2006 que beneficie a los sectores sociales; y bajo la consigna de que SE VAYAN TODOS, exigir la convocatoria a una Asamblea Constituyente con plenos poderes y sin participación de partidos oligárquicos.

El movimiento indígena y su dirigencia tienen un compromiso con los excluidos, el situarse al frente de esta GRAN MINGA es un deber por construir el gran país PLURINACIONAL, solidario y profundamente humano, como es tarea también de todo ecuatoriano comprometido en la lucha, contra quienes quieren hipotecar la vida de las presentes y futuras generaciones y también hacernos perder la memoria.

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