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Boletín ICCI
"RIMAY"

Publicación mensual del Instituto Científico de Culturas Indígenas.
Año 2, No. 18, Septiembre del 2000

Como formar mujeres indígenas lideres?

Por Rosario Naula

1.- Los procesos organizativos internos

En el mundo entero, el eje fundamental de las sociedades es la familia. Para el mundo indígena, las familias se agrupan, generalmente, en formas históricas como las comunas o comunidades, y estas comunidades tienen lazos de unión entre sí.

En el caso de los grupos indígenas ecuatorianos de la sierra, la manera tradicional de organización es la comunidad. Dentro de las comunidades existen diversos grupos organizados como la comuna representada por el cabildo, las asociaciones, los clubes, las organizaciones de mujeres, los comités, las juntas de agua, etc., cada una de estas formas organizativas tienen distintas actividades e intereses definidos y están representadas por sus respectivos dirigentes.

Aparte de estas organizaciones internas, muchas veces existen otras personas o grupos que también intervienen en las decisiones que toma la comunidad. Pueden ser personas mayores en edad que gozan de mucho respeto por su sabiduría, personas que tienen muchos recursos o familias numerosas. El punto de vista de estas personas, así como el de todos los/las comuneros/as es importante y debe ser tomado en cuenta aunque no formen parte de grupos organizados.

2.- La dirigencia de la mujer

Las mujeres indígenas han sido consideradas solamente para los trabajos domésticos y no se les ha dado iguales oportunidades que a los varones para estudiar y salir. A pesar de que esto ha dificultado su participación en las organizaciones y en la dirigencia de las comunidades, muchas mujeres se han destacado como líderes. En muchos casos estas mujeres cuentan con el apoyo de sus familias pero, sobre todo, son mujeres que tienen la capacidad y el valor de luchar por la igualdad de oportunidades tanto para hombres como para las mujeres.

Las mujeres líderes se forman en sus familias, comunidades, organizaciones de base y organizaciones de segundo grado. Las mujeres líderes no solo representan a otras mujeres, sino que pueden ser líderes de una organización de hombres y mujeres o de sus comunidades.

Las mujeres líderes se forman también por necesidad, ya que deben asumir la responsabilidad total de sus hogares y de la comunidad debido a la migración de los hombres.

3.- Líneas de acción política de las mujeres líderes

Las mujeres líderes deben asumir muchos espacios y responsabilidades para lograr la equidad en el desarrollo socio económico y político de nuestra sociedad.

Familia:

Siendo la familia el eje central de la sociedad ecuatoriana, es importante nuestra participación en las decisiones porque estamos aportando a la economía de nuestra familia. Para esto es indispensable fortalecer nuestras organizaciones a fin de generar proyectos productivos y trabajar con miras a conformar una economía solidaria y sustentable a mediano y largo plazo.

Las mujeres líderes indígenas deben denunciar cualquier forma de violencia que se dé dentro de las familias. La violencia puede manifestarse en forma de violencia física, psicológica o de discriminación de género, como por ejemplo, impidiendo que las niñas estudien por su condición de ser mujeres o que tengan una sobrecarga de trabajo doméstico ayudando a sus madres.

Comunidad:

Es otro espacio en donde las mujeres debemos ampliar la participación, ya sea como dirigentes o como gestoras del desarrollo proponiendo propuestas sustentables, creadas y nacidas desde nuestra iniciativa y realidad, ya que somos las que enfrentamos y sufrimos la crisis en nuestras familias y en la comunidad.

En la comunidad, las mujeres líderes deben tratar de cambiar la concepción de que solo los hombres pueden ser presidentes del cabildo. Se debe hacer tomar consciencia a hombres y mujeres que las mujeres pueden y deben ser también electas para estas dignidades.

Poderes locales:

Las mujeres líderes indígenas debemos trabajar en la democratización de los poderes locales. La democratización se entiende como la participación ciudadana en la toma de decisiones. Tradicionalmente, se ha privilegiado la participación de los hombres con el criterio de que el hombre como jefe de hogar representa a su esposa e hijas.

Las mujeres líderes deben procurar que las mujeres participen activamente en reuniones y asambleas para que los intereses de las mujeres sean considerados y que los beneficios de la participación se repartan equitativamente entre hombres y mujeres.

También debemos vigilar que exista una participación política de las mujeres en los puestos de toma de decisiones para desde allí proponer y ejecutar nuestras aspiraciones. En el Ecuador, la ley de elecciones habla muy claro de la participación de la mujer para cualquier dignidad de elección popular. Los partidos o movimientos políticos deberán tener al menos un 30% de mujeres en sus listas. Este porcentaje deberá aumentar cada cuatro años hasta llegar a la igualdad (50%). La participación en las listas electorales no asegura de por sí el liderazgo de las mujeres, pero al menos las mujeres empiezan a ser vistas como dirigentes políticos.

Organizaciones:

En las organizaciones, las mujeres líderes debemos ayudar en la formación de otras líderes mujeres, sobre todo, de mujeres jóvenes, mediante el apoyo y el ejemplo. Dentro de las organizaciones mixtas, las mujeres líderes deben cuidar de que las voces de las mujeres se escuchen, de que sus intereses sean tomados en cuenta y de que se respeten sus derechos.

Desarrollo comunitario y autogestión:

Al desarrollo no debemos entenderlo como la ejecución de un proyecto sino de una manera más amplia y que tiene que ver con el mejoramiento de la calidad de vida de hombres y mujeres, con la equidad de género, de clase, de etnia y de generación. No hay desarrollo si es que los beneficios van a parar a un solo grupo, y esta desigualdad acentúa las divisiones entre grupos sociales como indígenas y mestizos u hombres y mujeres. Además, el desarrollo debe venir desde nuestra visión y no de aquellos que quieren imponer proyectos pensando en el desarrollo desde sus perspectivas particulares, que muchas veces no llegan a funcionar porque no están diseñados desde nuestra realidad.

Como mujeres debemos cuidar que los programas y proyectos de desarrollo correspondan a nuestra realidad. Las mujeres tenemos un horario que se debe respetar, obligaciones que se deben considerar e intereses que son distintos de los hombres. Debemos participar en la elaboración, ejecución y monitoreo de los proyectos para que los beneficios se repartan equitativamente entre hombres y mujeres y entre los distintos grupos sociales.

4.- ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué queremos como mujeres líderes indígenas?

Queremos una sociedad en la cual cada persona pueda acceder a los bienes y a los servicios a los que tienen derecho. No reclamamos una sociedad de despilfarro, de consumo material ilimitado, sino una sociedad justa en la cual nadie, sobre todo las mujeres, esté excluido del trabajo y del acceso a los bienes fundamentales: alimentación, educación, salud, vivienda y seguridad social.

Queremos una sociedad en la cual todos y todas puedan vivir en familia y mirar el futuro con esperanza, disfrutar de la naturaleza y transmitir sus maravillas a las generaciones que vendrán.

Queremos una sociedad respetuosa de las tradiciones culturales que están en el origen de la identidad, tanto de los pueblos indígenas, como de los afroecuatorianos y de los mestizos.

Queremos una sociedad sensible hacia los débiles, los marginados y todos aquellos que han sufrido las consecuencias de procesos socioeconómicos que no colocan al ser humano en primer lugar. Una sociedad democrática construida con la participación de todos y todas, en la cual la actividad política sea la elección de quien quiera dedicarse al servicio del bien común. Finalmente, queremos una sociedad que contribuya a la construcción de una comunidad latinoamericana entre nuestros pueblos.