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Publicación mensual del Instituto Científico de Culturas Indígenas.
Año 1, No. 1, abril de 1999

Los desafíos del movimiento indígena

Frente a la crisis

Luis Macas

En el Ecuador bien vale decir que existen dos etapas en el movimiento indígena; el levantamiento del año 1990 ha determinado este hito; este sector importante de la población ecuatoriana decidió en esta etapa pasar de actor social a actor político y ello ha ocasionado remezones profundos a los diversos niveles; empero de ello, no siempre los gobiernos han respetado este proceso, más bien por el contrario han buscado fraccionarlo como fue el caso de Bucaram, de neutralizarlo, como fue en los gobiernos de Durán Ballén y Alarcón, de tolerarlo en el caso de Borja o de cooptar a su dirigencia como es el actual caso de Mahuad y sus cogobernantes social-cristianos.

La respetabilidad y credibilidad de la CONAIE desde su aparición ha radicado fundamentalmente en el hecho de haber liderado luchas reivindicativas y de cambios anti-sistema, y no en contra de determinados regímenes en particular, porque la consideración esgrimida ha sido que cada régimen de turno defiende a una base social y económica que no es precisamente la nuestra, la de los indígenas, campesinos y más pobres del campo y de la ciudad; en este proceso, ha sido un acierto de la CONAIE unir a los pueblos de todo el país, e inclusive ganarse la confianza de muchos sectores pobres de la ciudad; y se puede afirmar que en 1995 nace el Movimiento Pachakutik como expresión de la organización social y política del pueblo (y el indígena en particular), movimiento que nace sin el tutelaje de partido político alguno, sino como una expresión política alternativa, y este particular factor sirvió para unir a los pueblos indios y no indios del país, alrededor de un proyecto político nacional nuevo.

Muy a pesar de la forma como está configurada la participación electoral, hecha para que triunfen las empresas electoreras, nuestra Fuerza Político-Electoral, el Movimiento Pachakutik ha hecho presencia con Congresistas, Alcaldes, Concejales, Consejeros y Asambleístas en la Última Asamblea Constituyente.

Muchas de las tesis generadas desde el Movimiento Indígena se han convertido en acciones nacionales, como es el caso de la reforma a la Constitución y la implementación de una Asamblea Constituyente; aspecto que después de haber sido aprobado por medio de un plebiscito el poder institucional debió llevarlo adelante; o las acciones que desplegadas desde la movilización han tenido efectos prácticos como los dos levantamientos indígenas en el 90 y el 92; o la caminata de la Amazonía hasta Quito, o las heroicas acciones de febrero de 1997; o las desplegadas con motivo de la defensa de la plurinacionalidad, los derechos colectivos y la no privatización el seguro social; asimismo, la movilización por configurar una propuesta de Constitución desde el sector indígena, es otro de los logros de los Últimos años; en estos mismos instantes, el Ecuador conoce que quizá el Único sector capaz de movilizar su base social y mediante acciones demostrativas de fuerza exigir reivindicaciones concretas, es, precisamente, el movimiento indígena y campesino organizados alrededor de la CONAIE, vale para ello recordar que el tercer puesto de credibilidad lo tiene la CONAIE con un 14% de aceptación social, solamente detrás de los militares y la iglesia católica, gracias, justamente, a su trayectoria de lucha y gracias también a las propuestas elaboradas que han sido el eje central de los consensos y de la unidad de los pueblos en nuestro país.

Crisis en el movimiento indígena

Como lo dejamos expresado, dentro del movimiento indígena coexisten diversas formas de mirar el mundo y de interpretarlo; es decir apreciamos varias tendencias al interior del movimiento indígena organizado:

  • Una mayoría que pensamos que la moral y la ética en el accionar político es un imperativo de los tiempos. Que la mayor riqueza son los principios que guían nuestra opción política en el concierto nacional; que el factor de cohesión más importante es el nivel socio-organizativo de nuestros pueblos, capaces de demostrar a la sociedad que siendo como somos poco menos de la mitad de la población ecuatoriana, en demostraciones de unidad podemos hacer sentir nuestra presencia militante, inclusive para cuestionar la institucionalidad si fuera el caso.
  • Una segunda posición refleja al sector de los pragmatistas de la política y su accionar dispuestos a jugar un papel que fuese necesario en función de alcanzar prebendas, acomodos, canongías o favores personales o de grupo, llegando inclusive a vulnerar principios atentatorios a los derechos fundamentales de las personas, pilar de nuestras acciones y filosofía de vida.
  • Finalmente un tercer grupo de oportunistas y acomodaticios prestos a encumbrarse en cualquier posición, sin escrúpulos, sin averiguaciones, sin respaldo social alguno, sin delegación comunitaria, en definitiva personas de mentalidad vivaz, capaces de cumplir el rol que fuese en tanto y en cuanto esté de por medio sus intereses: poder, dinero, puestos, viajes, etc.

Estas tendencias son cada vez más evidentes a partir de experiencias actuaciones y comportamiento políticos de algunas autoridades que pertenecen al Movimiento. Otro de nuestros límites es la escasa experiencia en la arena política y electoral, algunas de nuestras acciones, sobre todo en el ámbito de la legislación tienen el sello de un pago de piso por nuestra escasa destreza en estas lides; y sí a ello sumamos la circunstancia más o menos frecuente de ser utilizados en la jungla política; el escamoteo de los espacios que legítimamente nos corresponden.

Pero, los escollos mayores se ubican en otros espacios: el grueso de la población estima que la dirigencia de la CONAIE se halla en un acuerdo tácito con el gobierno nacional, a espaldas de las organizaciones de base y de los pueblos indígenas, que cualquier acción de lucha reivindicativa ha sido frenada por la misma y que ha perdido esa capacidad de respuesta de otros momentos; públicamente, los antiguos amigos y aliados de los movimientos sociales y sindicales expresan que la actitud de la dirigencia de la CONAIE está divorciada de la base social a la que debería representar, juega en la opinión pública el argumento de que la cooptación de la dirigencia de la CONAIE es una de las acciones más acertadas de este régimen, ha logrado con ello neutralizar al movimiento indígena, y con ello poner en práctica su visión particular de la gobernabilidad entendida por ellos como la actitud pasiva y resignada de los actores sociales, dispuestos a aceptar cuanto viniera desde la institucionalidad y a título de un diálogo nacional "civilizado" para el que inclusive se ha formulado un decreto ejecutivo al respecto "institucionalización del diálogo", y que creemos que la base social de nuestro movimiento la debe analizar con serenidad y desapasionamiento.

La cercanía de algunas de nuestras figuras nacionales a las acciones del actual gobierno han determinado que la opinión pública nos relacione con éste y, fuerza es decirlo, aquello nos hace un daño de difícil reparación, dado que no solo se trata de un golpe bajo a nuestra imagen sino también a la misma credibilidad del movimiento; efectivamente, a los ojos del pueblo aparecemos como colaboradores de este régimen indolente y abusivo, que no sólo contribuyó a agudizar la crisis económica; sino que el abuso, la represión y el terrorismo de estado, están a la orden del día, como el asesinato de Saúl Cañar y el crimen de estado cometido en la persona de un representante del pueblo como fue el Diputado Jaime Hurtado González.

El propósito de la coalición DP-PSC es quitarnos el piso político y, sobre todo, la credibilidad, un bien adquirido a base de sacrificios y que es difícil recuperarla, por ello su estrategia apunta a:

  • Apropiarse de nuestras propuestas, como ya lo hicieron con la Asamblea Constituyente, la descentralización, la desconcentración, etc. Además poseedores como son de los medios de información, han logrado apropiarse de nuestras iniciativas.
  • Una segunda estrategia es la cooptación de la dirigencia de la CONAIE a la que buscarán mantener junto al gobierno a cualquier costo.
  • Una tercera es la colocación de una parte de la intelectualidad indígena en la institucionalidad gubernativa de manera que vaya ampliándose la base de compromiso y, de esta manera, el sometimiento sea más extenso.

Propuestas

El patrimonio mayor de la CONAIE es la credibilidad, en esa comprensión, no puede perder su prestigio arriesgando acciones junto a un gobierno indolente y deshumanizado; o incurriendo en omisiones de reivindicación y propuestas inexplicables para la base social a la que representa y nos plantee distancias con los demás actores sociales, diversos y heterogéneos, pero aliados en los objetivos, metas y trajinar social.

Debería ser un imperativo de este momento el mantener la credibilidad de la CONAIE en especial con su base social; asimismo, deberían desplegarse acciones concretas que devuelvan la confianza a nuestros potenciales aliados sociales.

Aunque las circunstancias parezcan respetables, o aunque se esgriman razones de estado, la CONAIE no puede asumir una posición pasiva ante éste o cualquier otro gobierno de carácter oligárquico y monopólico; su fuerza se basa en la actitud propositiva que a lo largo de su vida la ha mantenido.

Es deber de la CONAIE levantar las banderas de lucha del sector indígena al que primigeniamente representa; sin embargo, éste no puede ser una limitante ni una camisa de fuerza; por el contrario, dada su calidad de referente, no solo de los indígenas sino también de los campesinos, y otros sectores sociales, también se debe contemplar en la agenda los problemas nacionales.

Si bien de parte la dirigencia de la CONAIE en el evento de segunda vuelta para la Presidencia de la República se escogió respaldar a Mahuad, creemos que la dirigencia debe tener la suficiente sensibilidad para aceptar que esa posición no tuvo suficiente eco en la base social.

El 14% de la aceptación social con que cuenta la CONAIE, un honroso tercer lugar en credibilidad debe usarse para levantar las acciones propositivas desde la óptica del pueblo organizado, y no malbaratarlo de la mano de un gobierno deshumanizado e indolente.

El CODENPE no debe asumirse como una dádiva graciosa de este gobierno, en efecto, es un mandato dentro del Programa de Gobierno el 5 de Febrero e 1997, un espacio para el desarrollo de los indígenas, instancia conseguida por la lucha y la presión de los pueblos indígenas y otros sectores como fue el CONPLADEIN, como es la DINEIB, el PRODEPINE, y de ninguna manera debe ser instrumento de manipulación del gobierno o para la pelea y distanciamiento entre los pueblos indios. Es más, se debe emprender acciones de defensa y de fortalecimiento de estas instituciones sin claudicación ni entreguismos al servicio de los pueblos.

Frente a las diversas medidas y circunstancias que afectan al pueblo ecuatoriano, la CONAIE debe asumir una posición firme frente a eso y alejar de la retina de televidentes, radio oyentes y lectores de noticias la idea de que su dirigencia está entregada a los designios gubernamentales; hay la firme idea de que la CONAIE es un contrapeso para los excesos de éste y cualquier otro gobierno y aquello hay que retomarlo con la fuerza que sea necesario.

La tendencia dentro de la CONAIE, que actualmente busca consolidar una posición de acatamiento, "diálogo institucionalizado", líneas civilizadas de gobernabilidad, aún no se ha consolidado al interior, entendemos que el gobierno hará cuanto esté a su alcance para que así sea; pero pensamos que luego de una Asamblea Nacional, el efecto tendencial más bien apuntará a recuperar la imagen de lucha que tanta respetabilidad le dio a nuestra organización.

Particularmente se han perdido algunas líneas de dirección y conducción que sostenía la CONAIE hasta hace poco tiempo atrás.

Mecanismos

La conformación de un equipo multidisciplinario con delegados de las diversas organizaciones se hace necesario para el análisis y visualización de una línea política concertada con el resto de actores sociales.

El privilegiar el proceso socio-organizativo de los pueblos debe constituirse en un mandato de este tiempo; es el factor que genera cohesión y avances objetivos en la consecución de metas y propuestas de los pueblos.

Es necesario partir de una evaluación política y organizativa a fin de lograr el posicionamiento político claro respecto del régimen; y si acaso cupiera espacio para un diálogo, es necesario establecer cuáles deberían ser las estrategias para éste; si bien desde agosto de 1998 se ha estado dialogando, es necesario saber cuáles son los logros, quién los conoce, quién dialoga, con qué base? Pues, es necesario no quedarnos en la mera reflexión, sino ponernos en la tarea urgente de la búsqueda de estrategias válidas y reencausar una posición; una conducta y una acción coherente con la realidad general de los acontecimientos actuales.