ICCI
Presentación
Boletín
Cumbre
Fotos

Boletín
ICCI

Publicación mensual del Instituto Científico de Culturas Indígenas.
Año 1, No. 8, noviembre de 1999

Las agrofloricultoras en la provincia de Imbabura y sus consecuencias

Por: Juan Guatemal

El cultivo de las plantaciones de las flores en el país, particularmente en la Provincia de Imbabura, van en crecimiento paulatino, es uno de los cultivos que requiere de grandes cantidades de inversión económica; de la misma manera son los cultivos que generan mayor rentabilidad económica, para llegar a los indicadores altos en cuanto se refiere a la rentabilidad también se requiere la aplicación de gran cantidad de fungicidas, fertilizantes y plaguicidas químicos entre otros.

La comercialización está destinada a la exportación, como Estados Unidos y Países Europeos y los riesgos destinados a los mercados internos.

Por otro lado, esta actividad requiere de gran cantidad de personal técnico y la mayor parte para atender y producir es indispensable y requiere de mano de obra no calificada o entendida como personal sin ninguna capacitación; a esta producción están dedicados los terratenientes, los banqueros, los narcotraficantes y gente de gran poder económico.

Con estos antecedentes es importante analizar y preguntarnos, esta actividad beneficia a nuestro países beneficia a las comunidades, nos garantiza la seguridad alimentaria con la producción de las flores? La respuesta del análisis desde los diferentes sectores ha sido un rechazo total, porque en nuestro país no comemos flores, ni tampoco la plata que genera la misma en nuestro país. Necesitamos producir: papas, maíz, trigo, cebada, arroz, quinua, habas, etc. Que garantice la nutrición y la seguridad alimentaria de la humanidad.

Creemos que estas plantaciones están acabando con la vida de mucha gente y de la vida de la naturaleza, porque en ellos trabajan cientos y miles de compañeros y compañeras de las comunidades y de la ciudad, bajos grandes invernaderos bien cerrados y en medio del aire contaminado con los químicos, fungicidas y plaguicidas no recomendados por las autoridades. En consecuencia, muchos de los trabajadores han perdido sus vidas con cáncer a los pulmones y otros organismos a causa de la contaminación ambiental, a pesar de estos acontecimientos los empleadores de esas instalaciones no han garantizado la seguridad de sus trabajadores, que la ley obliga la protección con los implementos necesarios, realmente es una explotación inhumana.

De la misma manera la naturaleza tiene su vida, a la cual la están dando una muerte lenta, existen contaminaciones a las fuentes de agua, al espacio aéreo, a los ríos y a la tierra mismo después de dar vida útil quedan tierras inertes, en consecuencia generan enfermedades a la piel y órganos internos de la persona y animales, la mayor parte de ellos están en el entorno de los recursos señalados, en este caso las siguientes instalaciones: Las plantaciones de la Hacienda La Magdalena a la acequia Cari yacu, el mismo que cruza 7 zonas pobladas que están ubicadas en la parroquia La Esperanza del cantón Ibarra; Las plantaciones de la hacienda las Vegas contaminando al río Itambi que alimenta al Lago San Pablo, las plantaciones en la Parroquia de Quichinche comunidad Azama y Perugachi los que contaminan al río Ambi, así como en los diferentes cantones, Cotacachi, Ibarra, Atuntaqui y Urcuquí, con todos estos casos los pequeños y medianos agricultores están quedando al margen de toda posibilidad de acceder a los préstamos, el gobierno ha dado el privilegio a los grandes agroexportadores.